La otra cara de la moneda

En muchas ocasiones la compañía Disney ha sido cuestionada por manejar un doble sentido en sus películas, o por taracear mensajes subliminales dentro de las mismas; sin embargo, a lo largo de su historia se ha visto envuelta en diversas polémicas tales como la ya mencionada en uno de los primeros post, que hacia referencia a los problemas alimenticios de la cantante Demi Lovato.
Como ya he dicho, esta no es la primera vez que Disney se mete en problemas por hacer comentarios fuera de lugar.

En 2008, el Pato Donald fue demandado. Una joven que visitaba uno de los parques temáticos de Disney ubicados en Florida fue presuntamente toqueteada por el Pato Donald. Según relató la afectada, el incidente se produjo cuando se acercó al plumífero marinero para pedirle un autógrafo para uno de sus hijos, sin embargo, este se escudó en una broma para tocarle uno de sus pechos. Posteriormente, la mujer decidió reclamar a Walt Disney una indemnización de 50 mil dólares, al argumentar que se encontraba muy afectada por lo sucedido asegurando que padecía severos daños psicológicos.

Tigger acosador. En 2004, un trabajador vestido como el personaje de Tigger, de la serie ‘Winnie The Pooh’, fue acusado de tocar lascivamente a una niña de 13 años y a su madre. El acusado se libró de la condena cuando su abogado, poniéndose el disfraz, convenció al jurado de lo difícil que es ver algo desde dentro y la imposibilidad de sentir algo con los guantes puestos.

En el 2006, el productor Saul Zaentz presentó una demanda contra Walt Disney Co., por las ganancias de la multipremiada película El paciente inglés, dirigida por Anthony Minghella. En ella reclamaba 20 millones de dólares que considera que le corresponden por su participación en dicha cinta de 1996, la cual financió junto a Miramax, división perteneciente a la compañía del ratón.

Racismo en La princesa y el sapo. Se convirtió en la primera película que tenía como protagonista a una princesa negra, sin embargo, desde el primer momento la película estuvo envuelta en varias polémicas. Entre ellas, se cuestionó el color de piel del príncipe, pues es de raza blanca.

Pleito por las siglas JB. En 2010, uno de los grupos de adolescentes más reconocidos de la cadena Disney, Jonas Brothers, mediante su Staff Jurídico, presentó una demanda en conjunto con The Walt Disney Company, con el fin de evitar que Justin Bieber continuase usando las siglas «JB» en sus negocios.

Plagio de Sister Act. Casi dos décadas después de que la historia se convirtiera en un rotundo éxito de taquilla, la monja Delois Blakely, reclama la autoría de la historia y demanda a Sony Pictures y Walt Disney Co. por apropiación indebida, incumplimiento de contrato, enriquecimiento injusto y otros delitos.
La mujer acusa a las productoras de plagiar su autobiografía para elaborar el guión de la famosa película que Whoopi Goldberg protagonizó en 1992.

Explotación laboral en China. En 2005, la compañía de medios y entretenimiento fue acusada por las precarias condiciones de trabajo en sus fábricas del lejano Oriente. El Comité Nacional del Trabajo ha sido el último en realizar acusaciones contra la empresa estadounidense, en una dura rueda de prensa celebrada en Nueva York, en la que mostró vídeos sobre las precarias condiciones de trabajo de las factorías chinas que producen productos Disney.

El nieto incómodo de Disney: Patrick Disney Miller, de 42 años, fue arrestado el 9 de diciembre del 2009 en su domicilio de Woodland Hills, en el Valle de San Fernando, bajo sospecha de posesión ilegal de armas y venta de municiones. En el momento de su arresto, las autoridades encontraron en su domicilio 13 pistolas y un fusil de asalto, además de varias sustancias ilegales.

Walt Disney, invasión a la privacidad. En 2010, Walt Disney y Warner Bros fueron demandados supuestamente por usar cookies basadas en Flash Player de Adobe para obtener información personal de sus usuarios, muchos de los cuales son menores de edad.

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